Me arremango
frente a un papel en blanco
y mi mente está cerrada
con cadenas y candados
de mi boli solo salen
trozos de palabras rotas
de mi boca solo brotan
sílabas a cuentagotas
que no dicen una mierda
que no valen para nada
que tan solo son silencios
disfrazados de morralla.
Busco entre mis huecos
esos versos que me hacían pelear
cada mañana en mil batallas
y solo encuentro rincones
donde cuelgan corazones
que se curan
con el frío de mi alma.
Me arremango
para salir del fango
para coger sartenes
por la parte que más quema
y sentir que aún estoy vivo
y que me cago
en ‘toas’ las penas.
Me arremango
para salir corriendo
y estamparme contra el muro
que me tapa ‘tos’ los soles
y sentir que lo derribo
a golpes de ‘rocanroles’.
Me arremango
frente a mi vieja guitarra
y mis manos son muñones
que ya no tocan acordes
de mi boca solo salen
trozos de canciones muertas
de mi boli solo brotan
mil tachones que me cuentan
que mi musa está que trina
que se muere, que agoniza
porque ya no veo la vida
a través de su sonrisa.
Busco entre mis huecos
melodías que me hacían
perpetrar todas las noches fechorías
y solo encuentro rincones
donde hay niños sin canciones
que se hielan con el frío de mi alma.
Me arremango
para salir del hoyo
para montar un pollo
cuando veo injusticias
y sentir que aún soy un loco
que vive en una utopía.
Me arremango
para salir volando
y así reventar tormentas
que me tapan ‘tos’ los soles
y sentir que aún doy por culo
a base de ‘rocanroles’.
Me arremango
y recojo los escombros
de mi vida y de Chernobil si hace falta
y es que ya no temo A nada.
He comido tantas crisis
que me cago en ‘toas’ las penas
y es que penas con pandemia
para mí son menos penas.