Empezó
como todo lo que empieza
con besos desnudos,
caricias de seda,
palabras bonitas
cantás al oído,
susurros de noche
que quitan el frío.
Y ahora te sientes presa
encerrada en una cárcel,
perdiendo la vida
al lado de un cobarde,
que te pega, que te insulta,
que te humilla, que te anula,
que se nutre de tu miedo
para así engordar su ego.
Pero en el fondo lo sabe
él ya ha vivido este cuento
es la sangre de su madre
la que nutre sus recuerdos…
¡Escápate!
mereces reir,
mereces llorar,
llorar de alegría,
mereces estar
sin miedo una vez,
¿Cómo que una vez?
¡toda la vida…!
¡Escápate!
Mereces vivir,
mereces morir,
morirte de risa,
mereces sentirte
mujer una vez,
¿Cómo que una vez?
toda la vida…
Acabó
como nadie se esperaba,
con sangre en la boca
y dos almas rotas.
Silencio en los ojos
que gritan socorro,
con noches heladas
dentro de un chabolo.
Y ahora te sientes libre
encerrada en una cárcel,
perdiendo la vida
por culpa de un cobarde
que te hizo ser violenta,
que te hundió en un agujero
que sacó de ti el cuchillo
que todos llevamos dentro.
Pero en el fondo lo sabes,
vuestra historia olía a muerto
era tu sangre o la suya
y defendiste tu pellejo…
¡Escápate!…