Tengo una piedra colgando del corazón
siento una noche metida debajo la piel
paso más miedo que un niño perdido en un bosque
escondo candados sin llaves pa’ dar y vender.
Salto los charcos que deja el sudor al caer
piso los charcos de llantos que nunca lloré
vuelo tan bajo que veo la tripa del grajo
huyo por donde se cuece una lluvia de puños.
Y otra vez
hace lumbre en mi interior la incertidumbre
y vivo ‘metió’ un pozo
donde solo hay un deseo
y es que todo acabe pronto.
Y otra vez
solo arde en mi interior el desaliento
y me muero cuando intento
esquivar el sufrimiento
que es más duro que el cemento.
Resurgiré, de mis cenizas resurgiré
y volveré a enfrentarme al miedo
a golpes de esperanza
a pecho descubierto
como un perro medio muerto
que aún ladra contra el viento.
Resurgiré, de mis cenizas resurgiré
y volveré a enfrentarme al miedo
con tajos en la espalda
con el alma entre los dedos
como un perro callejero
sin amo y sin dueño.
Tengo una fosa común debajo de mi cráneo
siento heridas abiertas que curo en papel
paso más tiempo perdido que el tiempo que pierdo
escondo silencios que grito pa’ no enloquecer.
Salto al abismo llorando una y otra vez
piso mil sueños que sueñan CON romper mis pies
vuelo con alas de trapo empapado en fracaso
huyo a la cárcel donde vive libre el cobarde.
Y otra vez
en mis tripas solo bulle incertidumbre
y vivo mirando a un cielo
donde solo hay un reflejo
es la espada de Damocles.
Y otra vez
en mis tripas solo ruge el desaliento
y muero mirando a un suelo
donde sonríe el diablo
con los brazos abiertos.
-estribillo-