A trizas tengo el coraje
porque aún sabiendo el desenlace
mis ojos son como mares
llenitos de oleaje.
Sabía que tu piel se iba a hacer hueso
que tu mirada miraría a ningún sitio
pero yo nunca pedí ser un valiente
si yo, aún andaba con tus besos en mi frente.
Y jamás me voy a despedir de ti
de mi boca no saldrá nunca un ‘Hasta siempre’
porque aunque te voy a echar mucho de menos
sé que vivirás en mí eternamente…
¡¡CUÁNTO TE QUIERO
AHORA Y SIEMPRE!!
Y a partir de este momento
búscame por los tejados
porque allí me voy a quedar
para estar más cerquita de tu lado…
Mare, luego me paso…